Stanley Kubrick - 2001 Odisea en el espacio

2001: odisea del espacio – Proceso creativo que realizó Stanley Kubrick

2001: Odisea del Espacio

En este artículo sobre cinematografía se intenta aondar un poco en el proceso creativo que realizó Kubrick para en «2001: Odisea del espacio» para adelantarse a nuestros tiempos y revelar claves significativas de innovación

«2001: A Space Odyssey» de Renata Adler, publicada en The New York Times el 4 de abril de 1968, elogió sus vínculos con la ciencia ficción en ese entonces; temía que los robots eventualmente se apoderaran de la humanidad… …pero también criticó la película; ritmo lento: “La película está tan centrada en sus propios problemas, en su uso del color y el espacio, en su manejo de los detalles, que “termina en algún punto entre hipnótico y francamente aburrido”. ”, charlaron algunos de los compañeros de proyección de Adler. Otros abandonaron temprano la sala. Nadie imaginaba lo que significaría la película en el imaginario social y el séptimo arte.

«2001: odisea del espacio»: La imaginación de Kubrick

2001: odisea del espacio - Stanley Kubrick
MGM

Kubrick imaginó y diseñó al detalle un futuro de asistentes de voz, pantallas táctiles, brazos robóticos… inteligencia artificial. Adaptada de la historia The Sentinel (1948) de Arthur C. Clark (con quien el director coescribió el guión), la película explora temas importantes de la ciencia (y la ficción) como la evolución humana, la tecnología y la vida extraterrestre. Fue nominada a cuatro premios de la Academia y ganó uno por efectos especiales.

Desde una perspectiva cronológica, parece que los realizadores anticiparon nuestra situación actual ya en 1968. Con la inteligencia artificial y algunos dispositivos tecnológicos en las películas, el miedo a que los robots controlen y reemplacen a los humanos se ha vuelto aún más fuerte. Las tabletas IBM Newspad están apareciendo en los estantes de las tiendas de una forma u otra. ¿Cómo imaginó Kubrick dónde estamos ahora?

Adelantarse a los tiempos

A medida que se acerca el momento a describir, se depende más de los datos recopilados. A medida que se acerca la distancia, se aumenta la confianza en las predicciones y la imaginación. Debido a esto, el director en el año 2001 confiaba en una documentación detallada del estado actual y en las opiniones de los especialistas. Utilizando esos datos, intentaba representar cada uno de los elementos del período histórico que pretendía transmitir.

El cineasta tenía una obsesión por el control, el detalle y el realismo, y deseaba comprenderlo todo para innovar. En su esfuerzo por predecir el mañana de la manera más precisa posible, se comprometió a comprender en profundidad no solo lo que atañía directamente a la idea o al objeto de estudio, sino también su contexto, su entorno y cómo se relacionaba con otras ideas. Se trata de desmontar un objeto, examinarlo pieza a pieza, reconstruirlo y continuar. De esta manera, aumenta la probabilidad de encontrar nuevas conexiones.

A pesar de todo, Kubrick estaba consciente de que, aunque investigara y se documentara, nunca tendría la misma capacidad de conocimiento que los expertos. A pesar de su inclinación por el ocultismo e incluso la paranoia, siempre se enfocaba en obtener los perfiles más destacados para que su imaginación, cualquier idea, fuera lo más auténtica posible. El director solía reunirse con expertos, incluso de otros países, para conocer la última tecnología y probar sus propias ideas.

La nave espacial

2001: odisea del espacio. Stanley Kubrick
A la izquierda, Stanley Kubrick dirigiendo a los actores Keir Dullea y Gary Lockwood. © GAMMA RAPHO.

En 2001, el director de cine creó la nave empleada por los astronautas con la ayuda de la NASA, lo que permitió que el ser humano llegara a la Luna en 1969, solo un año después del estreno. Además, trabajó con destacados científicos como Marvin Minsky, quien se considera uno de los padres de la inteligencia artificial. Buscaba una película que fuera técnicamente aceptable. En ocasiones, la documentación y el asesoramiento fueron extremos, como cuando Kubrick solicitó a la NASA información sobre el tiempo que pasó en Waterloo durante la derrota de Napoleón en 1815 para una posible película.

Kubrick consideraba las diversas facetas de un entorno, incluyendo la geopolítica, la economía, la sociedad y la tecnología, para ubicar lo que había imaginado. En el proceso de producción de 2001: una odisea del espacio, el director examinó el presente y las tendencias y proyectó las formas en que cada una de estas dimensiones se desarrollaría en el futuro. El director de cine anticipó que en solo tres décadas, la paz entre Estados Unidos y Rusia llevaría a un mayor progreso. Según él, la sociedad buscaría nuevos límites y desafíos, los viajes espaciales privados serían una realidad y la comunicación sería posible a través de tabletas y cabinas de videollamada.

En términos económicos, consideró una situación favorable en el mundo, con la creación de bases lunares y misiones espaciales a lugares tan lejanos como Júpiter, donde las empresas tendrían un papel importante. Y predijo un enorme desarrollo tecnológico, con avances y dispositivos que hoy se han hecho realidad.

Creatividad con enfoque práctico

Aunque pudo ser un virtuoso, Kubrick destacó por su habilidad en la estrategia creativa. Sus películas buscaban emociones en última instancia. Consideraba que su cine era una forma de arte, pero tenía en cuenta que estaba en una industria en la que el éxito económico está inevitablemente relacionado con la libertad creativa.

Su capacidad para alternar entre el pragmatismo de una estructura casi industrial y actuar como un artista y creador capaz de tomar posesión incluso de los registros más comerciales. Para lograrlo, se enfrentaba a las películas de manera reflexiva. Desde la infancia, tenía un gran interés en el ajedrez y sentía la necesidad de participar en cada producción. Al comienzo del juego, pensaba y se ajustaba a las acciones y situaciones del oponente.

El ajedrez te enseña a manejar la emoción inicial que surge al ver algo que pinta bien. Kubrick había declarado: «Aprendes a pensar antes de lanzarte y ese aprendizaje te sirve para actuar objetivamente cuando tienes problemas». Y advirtió que, durante la creación de una película, «dedicar unos segundos a la reflexión evita con frecuencia errores graves sobre cuestiones que, al principio, parecían correctas».

Esto no implica que no pudiera reaccionar rápidamente durante los rodajes. Según él, el guión debe «ser tomado únicamente como punto de partida». Estas eran las bases de su plan, pero nunca debían impedir el análisis constante de la situación. Era una forma de combinar un pensamiento divergente con una ejecución perfeccionista, convergente. Él también afirmó que nunca exploras todas las posibilidades hasta que te encuentras en el plató y te observan.

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